Y en la misma
semana que Solórzano, tocaba la carrera de Santoña, por un circuito que ya
tengo muy visto, ya que vivo al lado y muchas veces he entrenado por ahí. No es
un sitio que me guste mucho porque es un poco peligroso, porque la carretera
resbala y hay muchos coches.
Era por la
tarde, y llovía. No es de la lluvia que deja muchos charcos, sino de la que
empapa y luego todo resbala mucho. Yo ya conocía Santoña, y sabía que resbalaba
mucho, y que por lo tanto, iba a haber caídas.
Teníamos que
dar 4 vueltas, pasando por Cícero, Gama, Argoños y Santoña.
Llegamos bien
de tiempo, nos preparamos, fuimos a dar una vuelta para ver la llegada, y luego
a firmar, para poder montar al rodillo.
Salí bien, me
coloqué por delante, para ir bien en el grupo. Según se quitó la neutralizada,
empezaron los ataques, y el primero por parte de mi compañero Jorge. Aguanté
bien hasta llegar a Argoños, donde hubo un intento de escapada, y yo quise
meterme, pero la escapada solo se quedó en la intención. Según llegamos a
Santoña, empecé a frenar para entrar con mucho cuidado. El coche del árbitro
frenó de repente, y el pelotón se lo llevó. Los que peor acabaron fueron una
corredora del Meruelo, que acabo debajo del coche y un corredor del LUYMA que
se subió al coche y partió la bici en cuatro cachos. Y yo tuve que derrapar
para no llevarme al guardia, que se puso nervioso al ver la caída y quiso
entrar a ayudar. Según salimos de Santoña tuvimos que parar en un callejo,
porque sin ambulancia no se puede correr y la ambulancia se había ido con la
corredora accidentada. Y allí debajo de un árbol para no mojarnos, estaba el
pelotón. Después de media hora, la
ambulancia volvió, y se continúo la carrera pero estábamos todos fríos y costó
un poco. Hubo varios ataques hasta llegar a Santoña. Yo iba a cola de pelotón,
no me lo daba para pasar para delante y los aguanté bien. Hasta que pasamos
Argoños y me pude meter delante.
Pero al pasar por la línea de meta y a pesar
de las advertencias del público de que tuviéramos cuidado, alguien se cayó. Y
en un lugar estrecho, cuando cae uno, caen varios. Y empezó a caerse la gente,
y yo no fui menos y por esquivar a uno me choqué con otro y me llevé una valla.
Me di un golpe fuerte en el codo y rompí un poco la cinta del manillar. Me levanté
y seguí andando hasta pasada una curva peligrosa, me monté pero entre que iba
fastidiado y que al día siguiente corría en Zalla y tenia los Campeonatos de
España la semana siguiente no quise arriesgarme nada y me retiré a la salida de
Santoña.
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