Constancia

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viernes, 25 de agosto de 2017

II Vuelta al Besaya Cadete - Agosto 2017



Para acabar la temporada de carretera y acabar como cadete, nos íbamos con la II Vuelta al Besaya.



Íbamos el viernes por la mañana al hotel Los Pasiegos de Hoznayo, donde íbamos a estar concentrados todo el fin de semana. Comimos allí, descansamos y nos fuimos a Los Corrales de Buelna, donde se celebraba la primera etapa, la CRE (Contrarreloj por equipos). El circuito era como el del año pasado. No como el que corrimos al final si no como el que íbamos a hacer en un principio. Era cortito pero intenso, menos ratonero que la edición anterior pero con repechos, bajadas y en fin, más completo.



Fuimos a dar una vuelta para verlo, y así entrenar, aunque solo fuera una vez, una contrarreloj como equipo. Vimos como íbamos a dar los relevos, las trazadas… etc.



Luego fuimos a calentar tranquilamente. Salíamos el quinto equipo, prácticamente nada más empezar la prueba así que teníamos que calentar bien y prontito. Poco antes de la salida, teníamos que verificar el desarrollo. Una vez estuvo todo correcto nos colocamos en la salida.



Estábamos bastante nerviosos en general, casi temblando, los momentos antes de que el árbitro pitara. Salimos rápido. Julio era el encargado de dar el primer relevo, y yo tenía que ir a su rueda. Di mi primer relevo aguantando bien el ritmo, sin bajar sufriendo bastante. Llegamos al repecho más fuerte. El primer relevo de la subida le dio Julio otra vez, y para ya llegar al alto y acabar con fuerza me tocó a mí. El siguiente relevo que di fue poco antes de meta, donde ya terminé de darlo todo. Después me dolían muchísimo las piernas, las tenía como estacas. 




Entramos a 27 segundos del primer equipo, el MMR, bastante contentos con el resultado, ya que no llevábamos cabras, ni acoples, ni cascos de crono, ni buzo, ni siquiera habíamos entrenado la crono.
Una vez acabada la crono, y después de soltar, seguía teniendo las piernas muy duras y me costaba moverme.



Fuimos al hotel a descansar para el día siguiente, que iba a ser una carrera dura. El circuito había cambiado. La etapa era en la zona pasiega como el año pasado pero esta vez se quedaba en la parte de “abajo” por la zona de Pomaluengo hacia Sarón.


Era un circuito cortito, con zonas verdaderamente estrechas (donde todos sabíamos que se iba a decidir la carrera), repechos que aunque a primera vista eran una chorrada (lo más duro para mí era el final, que era un falso llano). Debíamos dar 4 vueltas al circuito.


Llegamos a Pomaluengo donde iba a tomar parte la salida. Allí nos preparamos y fuimos a firmar. Después tocaba  calentar para poder ir a la salida.


Salimos muchos. Éramos unos 200 corredores. Eran equipos buenos, de lo mejorcito de España. Y ahí en medio estábamos nosotros.   La primera entrada a la zona estrecha era clave, así que intenté pasar de los primeros. Y una vez conseguí ponerme en primera fila, en el callejón entre los cuarenta primeros. Se notaba mucho como había subido el nivel del año pasado a este. Era muy complicado mantener un sitio fijo en el pelotón porque entre la media de 42 km/h,  el constante movimiento y los roces, golpes y gritos contra  los demás corredores te hacían estar en tensión todo el tiempo.


La primera vuelta me quedé un poco en el repecho. Enganché poco después gracias a una caída masiva que hubo (hasta un motorista acabó en el suelo), el grupo se rompió un poco por atrás y pude enganchar fácilmente. La verdad es que no hay mucho que contar. Yo me pasé toda la carrera intentando mantenerme en el grupo y encima de la bici. Había caídas por todos los lados. Los corredores se llevaban cualquier cosa por delante, desde un coche a un bolardo. O si no la caída se montaba en medio del pelotón por un choque o enganchón.


Llegamos a la última vuelta y la tensión era palpable. Llegamos a la zona estrecha y había más codazos de lo normal, llegamos a los repechos y se subía más rápido de lo normal. Y ahí se rompió la carrera. El grupo se rehízo bajando hacia meta y se llegó al sprint. Pero como no, hubo caída justo antes de la curva de meta. Al final entré poco después del grupo bastante cansado pero con ganas de seguir al día siguiente, aunque el mismo día siguiente cuando empezara a llover no dijera lo mismo. Y después de acabar, nos marchamos al hotel a recuperar porque al día siguiente Bostronizo se iba a hacer duro.

Nos levantamos pronto para irnos bien desayunados hacia Arenas de Iguña, donde se celebró el campeonato de Cantabria de contrarreloj individual este año. De ahí salíamos en dirección a Molledo como el año pasado, y de ahí a subir a San Mateo, una subida que parece que consta solo de un par de paellas que te destrozan y justo después al salir del pueblo con el mismo nombre te queda un kilometro para el alto. Pero ese kilometro es un falso llano que te quema mucho más que lo subido hasta ese momento. De ahí una bajada un poco peligrosa, rápida, mojada y carretera hasta Los Corrales de Buelna, para ir a San Felices de Buelna y dar un rodeo para volver a aparecer en Los Corrales y subir a Arenas, para terminar de acabar con nuestras fuerzas subiendo a Bostronizo. Es una etapa bonita, divertida, y bastante dura.

Pues mientras calentábamos, empezaron a caer gotas, primero eran pocas, luego más. Lo suficiente para hacer peligrosa una carrera.
Salimos neutralizados, una neutralizada que duro demasiado. Entiendo que hubo dos caídas y sus correspondientes averías pero viendo que el primer puerto esta a 7 kilómetros de la salida. Y salimos poco antes. 


Entonces íbamos todos nerviosos y en la primera curva un poco más cerrada pues lo esperado, caída. Luego subimos fuerte para recuperar lo perdido porque pese a que yo y muchos otros no nos habíamos caído, nos había pillado y habíamos perdido mucho tiempo. Bajando yo no pensaba arriesgar prefiero quedarme un poco que pegarme la o***** que para caídas ya he tenido suficientes este año. Así que acabé en un grupo de unos sesenta, cincuenta corredores bajando a los Corrales. Y allí aparecimos sin enganchar todavía con el grupo de delante.


Hubo más caídas hasta Arenas otra vez. Yo iba escondido en el grupo, pasándolo verdaderamente mal porque estaba helado. Tenía las piernas muy duras y frías y me costaba mucho dar pedales. Así que intenté activarlas subiendo en dirección a Arenas porque si no iba a sufrir de lo lindo. Y llegué al cruce para empezar a subir a Bostronizo atrás, así que pude esquivar bastante bien la caída que había en la misma curva donde empezaba el ascenso. Y allí subí yo. Empecé suave, a mi ritmo, y poco a poco iba exigiéndome más. Al principio me dejaban atrás, pero poco a poco, iba cogiendo a muchos corredores y les iba dejando, hasta llegar al último kilometro, donde ya era lo último, lo último de la etapa, lo último de la vuelta, lo último de la temporada y lo ultimo como cadete. Y entré al sprint en meta con un fuerte dolor de piernas pero contento. Porque si termina la temporada de carretera solo puede significar una cosa… #Crossiscoming 


domingo, 20 de agosto de 2017

Carrera de cadetes de Santoña 2017


Una semana antes del final de temporada, con la Vuelta al Besaya, tocaba otra carrera que estaba cerca de casa. Esta carrera no me hacia tanta ilusión como la anterior principalmente porque el circuito será el más llano de toda la temporada. Es la carrera de Santoña.


La carrera de allí, íbamos hasta Cícero luego a Gama y de ahí a Argoños, donde cogíamos la carretera que nos devolvía a Santoña. 


Solo tenía un poco de subida pero nada que no se pudiera aguantar. Llegamos allí pronto, nos preparamos y fuimos a firmar de los primeros.
Calentamos un poco antes de salir y nos colocamos en la salida. Teníamos que dar 4 vueltas.


Dieron la salida neutralizada y poco antes de llegar a la salida del pueblo, yo iba colocado justo detrás del coche para evitar problemas. Y de repente, un corredor me llevó por delante. Ni le vi venir ni supe que pasaba y ya estaba en el suelo. 


Me levanté como pude, miré la bici pero aparte de un par de rallones no vi nada. Entonces después de montarme fui a frenar y había partido media maneta. Para colmo tenia la rueda echa un ocho y se frenaba. Y tuve que cambiar de bici.  



Fui con una bici que me quedaba pequeña lo que me faltaba de carrera.


 Mientras todo esto hubo un ataque que dio lugar a un grupo de fugados que nos metieron bastante distancia. A mitad de carrera mi equipo y el Ciudad de Oviedo, empezó a intentar coger el grupo, haciendo ataques cada dos por tres y poniéndonos a tirar. Pero los equipos interesados en que esto no ocurriese eran varios y no conseguimos hacer nada. Llegamos al sprint. No me atreví a meterme, al contrario intenté romper el grupo para ver qué pasaba un cacho antes pero nada. 


Llegué en el grupo con la rodilla quemada y la bici pequeña. Solo quedaba una semana para la Vuelta al Besaya.



sábado, 12 de agosto de 2017

Carrera de cadetes de Limpias 2017

Después de la carrera de Astillero, tocaba una carrera a la cual tenía muchas ganas. Limpias. ¿Y porque? Porque vivo a unos 5 km, y es toda mi zona de entrenamiento.


Iba a ser una carrera dura, muy rompedora. El circuito era de unos pocos kilómetros, muy corto, pero con dos subidas,  una de ellas premio de montaña y era como una pared. Estaba súper animado ya que conocía el circuito y quería dar lo mejor de mí en la carrera que consideraba como la de casa.


Era un día caluroso, muy caluroso. Había que beber mucho antes de carrera y durante. Llegamos allí y después de montar en la carpa nos quedamos a la sombra.


Firmamos en el camión y nos hicimos una foto, fuimos a calentar y luego a la salida. Nada más salir estaba la subida del Cristo, que era el premio de la montaña. Subimos neutralizados, y hasta la salida de Limpias no nos dieron rienda suelta. Me coloqué rápidamente en la cabeza del grupo y resguardado del viento, hubo un par de ataques y los neutralizamos rápidamente. Me encontraba bastante bien e iba motivado. Tenía que ser mi día. Y pasamos Ampuero y la subida que daba para pasar a Limpias me destrozó. Todo empezó a ir mal. No iba.



Conseguí llegar al grupo antes de la otra subida pero aquello fue como el matadero. Me quedé con Alex y era incapaz de seguirle el ritmo. Me quedé yo solo hasta que enganchamos tres corredores juntos, con los que seguí toda la carrera. Íbamos a relevos todo el rato, dando el 100% para intentar enganchar pero no me encontraba. Y nos quitaron de carrera poco después al no poder enganchar y el grupo de escapados nos metía mucha distancia.



Al final decepcionado porque tenía mucha ilusión en esta carrera.


viernes, 11 de agosto de 2017

XX G.P. NUESTRA SEÑORA DE MUSLERA Astillero 2017


A falta de una semana para la Vuelta al Besaya, nos tocaba correr en Astillero, así que después de comer nos dirigimos allí. Aparcamos detrás del ayuntamiento, donde se iba a hacer la salida. Ahí nos preparamos. Fuimos a firmar y nos montamos al rodillo.

La carrera constaba de 5 vueltas no muy largas que pasaban por Astillero y en dos vueltas de esas, se subía al alto de “La Morcilla”. Era un circuito rompe piernas y sabia que se iba a hacer duro, así que las primeras vueltas las iba a dar tranquilo, aguantando en el grupo.



Salimos neutralizados hasta el final de Astillero, pero antes de acabar hubo una caída a mi lado, donde se fueron al suelo varios corredores. 


Tuvimos que parar y dieron la salida desde parados. Y al poco de salir hubo otra caída, esta vez delante de mí, pero justo delante así que pegué un frenazo y salté por encima a otro corredor para no caerme yo. Hice como Sagan pero no me quedo bonito.



Luego aguanté tranquilamente en el grupo las vueltas siguientes. Saltaba a algunos ataques, me quedaba un poco en el repecho de meta cuando tocaba meta volante… Hasta el premio de la montaña, la primera vez que subí me quedé un poco pero rápidamente volví a enganchar. La segunda vez no fue tan fácil y tarde una vuelta entera en enganchar, andando entre los coches, para enganchar en un grupito de unos 8 corredores donde acabé.

domingo, 6 de agosto de 2017

5ª Prueba del Futurobike 2017 - Torre del Bierzo


Y para acabar con el Btt en cadetes, aunque oficialmente estaba acabado, fui a Bembibre, ya que mis hermanas corrían en la tercera edición de esta carrera dentro del Futurobike y a mí me apetecía correr en este bonito circuito sin otra finalidad que disfrutar con la btt.



Fuimos el viernes pese a que la carrera era el domingo porque aprovechamos para pasar juntos (con el resto del equipo) el fin de semana.



Nos quedábamos en Congosto, aunque no en la misma casa que otros años. Nos acomodamos y estuvimos tranquilamente en la casa (porque hacía bastante calor) hasta la hora de cenar.



Al día siguiente, fuimos por la mañana a ver el circuito. Yo este no le conocía, corrí hace dos años cuando era infantil de segundo, pero la carrera se hacía en Bembibre, en el camping. Ahora se hace en Torre del Bierzo, un pueblo de cerca.


El circuito era precioso, que se sale de lo común en una carrera para escuelas. Tenía partes técnicas bastante divertidas, bajadas técnicas, zonas de rodar, subidas que se hacían duras vuelta tras vuelta… la verdad es que acabé satisfecho, porque al final yo fui para conocer el circuito.



Después de volver del circuito a la casa hicimos una barbacoa, (donde me puse las botas) y después fuimos a bañarnos al embalse de Bárcena, para luego volver a cenar barbacoa y pizzas.



Al día siguiente, el día de la carrera, nos levantamos prontito, nos preparamos y recogimos la casa. Una vez ya estuvo todo montado en los coches, nos marchamos.



Llegamos al lugar de la carrera y di un par de vueltas y con la misma me quedé sentado en la carpa porque hacía bastante calor. Vi las carreras y luego cuando se acercaba la hora de salir, me fui a calentar.



Nos colocamos en la salida. No tenia puntos apenas, nada más que de la carrera de Los Corrales de Buelna. Me toco salir en segunda fila. Nada más pitar el árbitro, salimos a tope. En la primera subida la carrera se puso como iba a acabar. Ignacio García se marchó en solitario, Alberto Pidal en su persecución. Se fueron de salida.



Yo como hacía mucho calor, no quería cebarme así que puse un ritmo bueno y pa’lante. Iba con Álvaro Boo y Diego Menéndez, y en la segunda vuelta les solté. Iba bien, rápido metiendo tierra de por medio con los de detrás pero con la tercera posición mantenía la distancia.




Y el calor empezó a pasarme factura así que bajé el ritmo, total yo iba a pasármelo bien. Y así acabé cansado y contento, en la cuarta plaza, y mi última carrera con mi bici de Btt, con la que había corrido dos campeonatos de España.