Constancia

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domingo, 14 de enero de 2018

Campeonato de España de Ciclocross 2018 - Legazpi (Guipuzcoa)



Para finalizar con mi primera temporada de ciclo cross como junior, tocaba acabar en el Campeonato de España, celebrado en Legazpi (Guipúzcoa). Como no había alojamientos, (la mayoría de selecciones se hospedaban bastante lejos), yo fui en auto caravana. Llegamos allí, y fuimos a ver la zona, el circuito y por supuesto, el Team Relay.



En mi opinión, el Team Relay es la mejor parte de los Nacionales. Todo el mundo está pendiente de la selección de su comunidad, todo el mundo animando con todas sus fuerzas, la emoción que hay en el ambiente es impresionante. Cantabria tenía un muy buen equipo, era un buen circuito para ellos y tenían una gran estrategia. Manteniéndonos toda la carrera en vilo, hasta la última vuelta que se decidió en contra meta. Asturias y Cantabria mantuvieron un duelo, que nos dejó afónicos a la mayoría de espectadores, hasta que a falta de pocos metros, gracias al trabajo de todo el equipo, Kevin Suarez pudo alzarse con la victoria. Y para terminar el día, me preparé, cogí la bici y fui a dar una vuelta al circuito.



Tengo que decir que me encantó. Cuando corrimos la “previa”, no me gustó mucho, me pareció un circuito más de Btt. Pero Con los cambios (el cambio de la salida no me gustó, que tardáramos casi un minuto en llegar a la línea de meta y poder entrar en el circuito) y sobre todo el estado del terreno y la meteorología, hacían el circuito más duro y de los más bonitos de los que he corrido. Era un recorrido muy duro, desde la salida (se salía desde el pueblo) había una larga y dura subida hasta meta donde entrabamos a la primera campa, muy embarrada donde teníamos que patear bastante. Dábamos unas cuantas vueltas por ahí y empezábamos una bajada muy dura, porque costaba avanzar un montón. Después de eso, uno de los tramos más duros. Una pared (en carrera parecía vertical) y luego una pequeña bajada seguido de un recta muy larga. Todo ello había que hacerlo corriendo prácticamente.



El barro, aparte de muy resbaladizo se pegaba a las zapatillas y hacia ventosa, había momentos que era un suplicio hasta ir andando. La zona siguiente no se quedaba atrás en cuanto a dureza. Era un cacho de carretera en subida. En la “previa”, esa carretera cortaba el ritmo y fastidiaba bastante. En los Nacionales, era casi un regalo. Luego encontrabas la campa donde se hallaban las escaleras. Aunque había mucho desnivel, no era muy dura. La zona de escaleras era mala, porque era una subida de hacer corriendo y te metían las escaleras en mitad, y cortaba el rollo. Ya solo quedaba el parque de contra meta. El día que fui a dar la vuelta, lo mejor era ir por la trazada, donde el barro era más líquido, donde se podía avanzar. El día de mi carrera, la verdad es que daba igual.


El sábado fue un día para disfrutar del campeonato. Vimos las carreras, estuvimos de comida, disfrutando del ambiente del ciclo cross, que es lo más bonito de ese deporte. Y por larde, llovió. Menos mal. Yo rezaba para que lloviera, porque si no, el circuito iba a estar impracticable.


Y llegó el domingo.  No había parado de llover y hacia frio. Como no teníamos mucha logística, tuve que calentar en el campo de tiro, en la parte alta del circuito, para poder guardar el material después de que yo lo usara.



Estaba colocado atrás en la salida. Detrás de las selecciones, que era bastante y como no tenía muchos puntos, pues más atrás todavía. 


Salí mal. Dieron el pitido, la salida estaba en subida desde la misma línea y la gente tardó en salir. Y la gente se trabó. Nos costó mucho arrancar. Después subimos rápidamente, 40 segundos. Llegamos a la campa. Ya sé lo que es correr en un Campeonato de España, y sabía lo que iba a pasar. Así que a la menor duda eché a correr con la bici al hombro. Y me salió bien. Adelanté a mucha gente en el primer trabón. Sabía que los primeros metros eran muy importantes, así que apreté. 



Cuando me relajé un poco, un corredor que iba a la par mía, trabó su rueda con mi manillar. Intentó sacarla y como no pudo, empezó a tirar fuerte. Intenté soltarlo yo, pero era imposible, no dejaba de tirar, y le grité que se parara quieto. Una vez se tranquilizó, pudimos seguir con la carrera, aunque ya quedaba poca gente detrás de nosotros.
Seguí con mi carrera, iba a por el corredor que tuviese delante.

 


Tampoco podía hacer más. Tuve una avería, se me trabó el cambio con algo,  y tuve que correr un poco, y perdí más puestos.  Después de cambiar de bici, la carrera transcurrió con normalidad. Cambiaba de bici en todas las vueltas por culpa del barro, cogí a varios corredores, no me cai…
                                               

Sufrí bastante, pasé mucho frío, sobre todo en las manos, pero aun así, disfrute como nunca.






sábado, 6 de enero de 2018

Ciclocross de Abadiño (Vizcaya) 2018


Con el gran Omar Fraile

Después del desastre de Villaviciosa, tocaba Abadiño.  Iba con mentalidad nueva, de nada me servía ir pensando de forma negativa, porque peor no lo podía hacer, así que… ¿Qué tenía que perder?






Llegamos pronto. No paraba de llover, así que me quedé en la carpa, con la vana esperanza de poder salir a dar una vuelta en un momento en el que no lloviera mucho, que por cierto, no llegó.

El circuito me gustó bastante. Estaba muy embarrado, pero por la incesante lluvia, era barro líquido, del resbaladizo, pero no tan sufrido.




Era un circuito bastante técnico y duro, con un par de buenos repechos, zonas donde patear, zonas para respirar… era un circuito sencillo y completo. A mí me gustó bastante. Fui a cambiarme después de la vuelta, para prepárame para la carrera y sobre todo para quitarme todo lo mojado de encima.



Después de finiquitar el calentamiento y demás preparativos para la carrera, me marché a la salida. Era muy importante salir bien en esta carrera, porque lo que era el tramo de carretera del principio era más bien corto. Luego entrabamos en una zona, que previsiblemente se iba a convertir en una escabechina, así que había que llegar ahí rápido y patear como si me fuera la vida en ello para no quedarme trabado.





Y el árbitro pitó. Aunque estaba un poco mal colocado en la parrilla, salí genial. Entré de los primeros en la campa, y aproveché el accidentado recorrido para adelantar y sobre todo para que no me adelantasen. Y así acabé colocado entre lo mejorcito de España, que ya estaban preparando los nacionales. Aunque tampoco duré mucho. 




Entre los nervios y una lucha con el hombro por una posición, me llevé una estaca en una bajada. Me trabé con la estaca, salté por encima del manillar, y caí de espaldas. Conseguí girarme, aunque no frenar, por lo que veía como mi bici se quedaba arriba y yo bajaba sin poder hacer nada. Cuando me paré, eché a correr hacia arriba, pero la cadena se me había salido, y lo mejor, no entraba por la carga de barro del plato. Así que tuve que limpiar el plato antes de poder meter la cadena. Y perdí todas las posiciones que podía haber perdido.  El resto de la carrera fue una remontada como podía. Conseguí no caerme más veces (y eso que le puse ganas), no tuve más averías, y me encontré bien. Fui tirando a mi ritmo, apretando en las zonas de pateo, zonas técnicas, intentado no perder en algunas zonas más para “carreteros”.






Aunque pasé frio y no hice muy buena posición,  pero estaba contento. Me lo pasé bastante bien y me encontré bien, así que acababa motivado, que era lo que necesitaba.