Constancia

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domingo, 29 de abril de 2018

XXXIV Memorial Chele Campos - Cacicedo




Después de la carrera de Arnedo, tocaba volver a la carretera, esta vez en Cantabria, en Cacicedo. Como estaba situado por la zona de Igollo, Maliaño… etc, todas las carreras esas tienen un circuito parecido.



Había estad0 toda la noche lloviendo, y todos habíamos ido esperando que volviera a caer agua, pero el tiempo acompañó bastante durante el día, incluso hizo bastante calor. Firmamos y nos fuimos a calentar en el repecho de meta, que luego tendríamos que subir unas cuantas veces en carrera.


Luego se dio la salida neutralizada (la oficial todavía no). Bajamos por Igollo, para subir un repecho que daría a Bezana, donde tomamos la salida oficial justo antes de subir el alto de San Mateo. Ya en la neutralizada fuimos a tope, y en cuanto el árbitro quitó la bandera que daba por finalizada la neutralizada, dos corredores del MMR saltaron.




Aguanté c0n el grupo la subida, y después se paró un poco, hasta que llegamos al siguiente alto, el de Piedras Negras. No son subidas duras, pero entre que son a principio de carrera y el ritmo, pues se vuelve más complicado aguantar en el grupo.


No me encontraba bien, y me descolgué del grupo pero volví a enganchar después de la bajada. En cuanto pude, me puse en las primeras plazas del grupo, ya que había corredores de mi equipo metidos en la escapada (Cristian Núñez se llevó las metas volantes). Las siguientes vueltas, eran más cortas, y sobre todo llanas, salvo el repecho de meta. No hay mucho que decir de ellas, me encontraba bastante mejor, fui todo el rato en cabeza de grupo. Hasta que tuve que salir a los ataques de corredores que iban a intentar coger a mi compañero de equipo Álvaro Cobo, que acaba de saltar.




En la última vuelta ya se complicó la cosa, porque había que subir el Churi.  Y aunque empecé la ascensión con el pelotón, no pude aguantar nada más que hasta medio puerto, que me quedé con Gonzalo Inguanzo, y fui con él hasta que llegamos a enganchar a un grupo, con el que llegamos al sprint.





Aunque había empezado mal, con las fuerzas y el ánimo por los suelos, luego me había encontrado bastante bien, terminando con fuerza.




domingo, 15 de abril de 2018

Superprestigio de Arnedo Btt 2018



Después de la Vuelta a Galicia, tocaba descansar un poco de la bici de carretera y pasarse un poco a la de ruedas gordas. Y como no, a una de mis carreras favoritas, el Superprestigio de Arnedo.





Para evitar levantarnos a las 4 o 5 de la mañana (para poder llegar a tiempo, ver el circuito, poder calentar… etc), fui el día antes con el equipo de Bicicletas Meta. Llegamos antes de comer, para dar un par de vueltas al circuito. No había cambiado mucho respecto al año pasado.  




El circuito, era técnico. Es uno de los más duros, más técnicos y sobre todo más bonitos de España. Más o menos se divide en tres partes: La parte urbana, que es donde está la salida y la meta, se caracteriza por las rampas que hay, tanto de subida como de bajada. Otra parte es la de la ladera de la montaña, para mí la más dura de todas, una zona técnica, con tanto de subidas duras y largas, bajadas complicadas, sin darte respiro. Y por último, la zona del circuito de motocross, un sitio donde parecía que podías recuperar, pero no, el terreno agarraba mucho y había que ir a cañón si no querías perder con los de delante.




Luego nos fuimos al hotel y allí pasamos la tarde hasta que nos fuimos a dormir. Por la mañana, madrugamos y después de desayunar, nos marchamos al circuito.




Allí después de calentar y prepararlo todo, me fui a la salida, con tiempo de sobra, porque sabía que había que coger sitio, ya que la salida de esta carrera es complicada y si sales atrás, te quedas atrás. Sin ninguna posibilidad de pasar hasta que ya llevas medio circuito.




Así nos colamos como pudimos para acabar bien colocado en la parrilla. Salí fuerte en cuanto sonó el pitido. Llegué al box más o menos en top30, habiendo pasado el estrechamiento de la salida sin mayor problema.



Pero el problema venia ahora. Como me pasó en la anterior de Btt (Erandio), lo que llevaba mal (por falta de km en la bici de montaña) era la técnica. Y aunque las subidas y donde había que tirar de piernas lo llevaba bien, donde lo pasaba mal era en la bajada. Ahí perdía posiciones y tiempo, mucho tiempo. La primera vuelta la di sin mucha novedad, apretando en los sitios donde podía apretar e intentando no irme al suelo en los otros. Pero es un circuito donde no puedes descansar, donde te vas quemando poco a poco, que cada esfuerzo de más le acabas pagando. Y aunque yo soy de acabar mejor de lo que empiezo, cada vez iba más rápido, más fuerte pero más torpe, con menos reflejos. Y se mascaba la tragedia. Me fui al suelo, perdí el control de la bici en la zona más técnica.



Llegué a meta a falta de una vuelta, porque el primer corredor junior, Carlos Canal, me dobló, mientras iba codo con codo con los elites.




En conclusión de la carrera, es que lo perdí todo en las zonas técnicas porque iba lento y con miedo.





sábado, 14 de abril de 2018

I Challenge Junior Carballo (Galicia)



Y por fin llegó mi primera vuelta como junior, y para empezar bien nos íbamos un viernes a Carballo, Galicia. Llegamos, después de unas 6 horas de viaje, a un precioso pueblecito en la costa llamado Razo. Nos hospedábamos en un albergue de surfistas a escasos metros de una bonita playa, justo encima de la salida de la cronoescalada y de la etapa del día siguiente.

Así que cuando llegamos, fuimos a soltar pierna, y para aprovechar fuimos a ver el recorrido de la crono. Que rampas. Salvo los pocos metros llanos de la salida y una pequeña bajada, los tres kilómetros y pico que eran de crono era para arriba, y la mayoría eran repechos cortos pero muy intensos.  El que rompía a todos los corredores era uno que ni siquiera era de carretera, que era hormigón, ya que subíamos hacia el monte.

Después de verlo, nos fuimos al hotel para descansar, cenar y dormir. Al día siguiente tocaba doble sector.


Por la mañana tocaba la crono. Yo era de los primeros en salir. En realidad, me daba igual cuando saliera. Lo único que quería es que no me metieran mucho tiempo, ya que sabía que no tenía piernas para hacer nada importante. Salí a tope. El primer muro le aguanté bien, subí con fuerza. La siguiente subida, más tirada pero no por ello menos dura por el viento y la velocidad que ponía cada uno, la subí a ritmo, sin calentarme para aguantar las duras rampas de después. En la bajada intenté recortar, y entré demasiado fuerte en la curva, pero pude controlar a tiempo. Y en cuanto llegué al hormigón empecé a sufrir de verdad. Llegué a meta muerto. Acabé en mitad de la clasificación.


Para la tarde tocaba etapa, 60 km que salían de dar dos vueltas a un circuito. Un circuito que por cierto, no tenía un metro llano. He aprendido a las malas como es Galicia.  Salimos neutralizados hasta un muro, al alto. Allí dieron la salida. Mientras todo esto ocurría, me había quedado de la cabeza del grupo porque había tenido que frenar por un coche. Y justo antes de dar la salida, el coche pegó un frenazo, quedando parado completamente, justo antes de acelerar para pitar. Y los corredores que tenía delante posaron pie. Haciendo que ni yo ni los que tenía detrás pudiéramos salir.


Y ahí se formó el grupo con el que fui en persecución del pelotón. Al principio íbamos a relevos, hasta que llegamos al primer premio de la montaña. Se rompió el grupo así que me puse a tirar y me fui. El siguiente premio de la montaña estaba muy cerca, e iba yo solo. Tenía un grupo delante que estaba luchando por enganchar. Si me metía en el grupo, podría enganchar.  Así que, tirando como un burro me metí en el grupo y fuimos dando relevos. Y ya subiendo el puerto, cuando ya quedaba poco para enganchar, se nos puso al lado el árbitro y nos sacó de carrera.


A la mañana siguiente tocaba la etapa grande, la larga y la más dura. Yo podía salir aunque ya no estaba en clasificación.



Salimos neutralizados por las calles de Carballo. Dieron la salida oficial al salir del pueblo. La primera vuelta la aguanté bien aunque íbamos rápidos. Era la primera de las 4 vueltas que dábamos aunque dos de ellas (la segunda y la cuarta) eran más largas. Las dos más cortas eran rompe piernas pero sin más dificultad.  La segunda tenia premio de montaña, un puerto largo y matador. Empecé el puerto “haciendo la goma”, y falta de poco del alto (o eso creía yo) me descolgué. Como vi que quedaba poco y me iban a retirar, pues apreté todo lo que podía.



Comencé la bajada solo, y a mitad de bajada me di cuenta que el puerto no había acabado y quedaba un repecho largo y bastante duro.



Llegué arriba y en la bajada me retiraron con varios corredores más.
Y se acabó un fin de semana que me lo pasé genial, pero a nivel de carreras fue un desastre.

domingo, 8 de abril de 2018

Green Series Challenge XCO 2018 - Akarlanda



Y para comenzar la temporada de Btt, tocaba marchar a tierras vizcaínas, al parque de Akarlanda, Erandio. Como novedad, este año, se ha formado el Green Series XCO, un Open en Vizcaya de Btt, puntuable para el ranking nacional.


Erandio es un circuito que me parece precioso. Tiene bajadas bonitas, subidas duras, algún que otro sitio técnico… y está bien organizado. Así que fui, en el coche del Bicicletas Meta, para correr mi primera carrera de Btt como junior.





Di una vuelta y empezó a llover, pero paró enseguida. Luego cuando nos preparamos para la carrera y montamos al rodillo, comenzó a llover otra vez, aunque más fuerte que antes, y tan rápido como vino, se fue. Por eso el circuito quedaba un barro súper resbaladizo y muy pegajoso, por el que costaba rodar mucho.




Fuimos a la salida, nos colocaron (me tocó en primera fila), y salimos. Salí en tercera posición, se formó un grupito de 5 corredores en cabeza, hasta que Miguel Sánchez (Lastra Team Bikes), atacó y el grupo se deshizo en pedazos. Tiré en 4ª posición media vuelta, aguantando bien, hasta que me fui al suelo en una curva. Estaba bastante verde en lo respectivo a la técnica. Poco después me puse nervioso y se me fue un par de veces pero sin llegar de tocar rodilla.





En ese momento de flaqueza, me cogió el 5 clasificado y me pasó. Estuve rodando solo un rato aunque llevaban desde el principio pisándome los talones, otros dos corredores y me fui al suelo un par de veces más hasta que me cogieron. Me pegó un bajonazo en la anteúltima vuelta y perdí un poco respecto a la pareja con la que iba, pero recuperé y les cogí. Entré detrás de uno de los dos, que me ganó al atacarme en la última subida.





De no haber cogido la bici de Btt, estaba bastante torpe técnicamente. Por lo que cada vez que llegaba una zona un poco complicada lo perdía todo ahí. Gracias a los fotógrafos que estaban en la prueba.