-Domingo-
Y ya para
terminar nuestra primera “vuelta”, la Txuma, nos quedaba la tercera y última
etapa. Y como en días anteriores, aunque corríamos por la misma zona y
compartíamos muchos sitios, salimos de
un sitio diferente, esta vez Erandio Goikoa.
Nos levantamos
por la mañana también prontito, porque la carrera de hoy también era por la
mañana como la del día anterior. Nos costó dormirnos también, aparte de lo de
la noche anterior, había varios chavales armando barullo en el albergue. Y
después de desayunar, nos preparamos
para marcharnos definitivamente de allí, ir a la carrera y para casa, a
descansar y a contar las batallitas del fin de semana.
Llegamos a la
salida y como el día anterior, lo preparamos para hacer rodillo en cuanto
volviéramos del control de firmas. Y com0 no, fuimos los primeros en firmar, y
después de la foto nos marchamos al rodillo. Necesitaba salir caliente, ya que
nada más salir subíamos por el Hospital Quirón hasta el alto de Akarlanda y
luego de ahí bajar a meta.
De meta bajábamos hasta la ría de Bilbao y otra vez
subíamos a meta. Así pasábamos por meta unas seis veces (que a mí me parecieron
eternas), y para calentar me puse Guns n’ Roses, y a calentar a tope.
Y más tarde,
otra vez en la salida, otra vez estaban con los bailes típicos, y otra vez
todos nerviosos. Yo lo tenía claro. Mi misión era acabar y no salir de la
general. Salimos neutralizados hasta arriba prácticamente y comenzamos la
bajada en un pelotón medianamente compacto. Pero después de pasar por meta y
seguir con el descenso hacia la ría, hubo caída. Mi botellín voló, le perdí
allí. Me quede sin sales, solo con el agua. Encima por culpa de la caída se
rompió el grupo y me quedé cortado. Y como no!!! en un grupito me quedé.
Fuimos tirando
fuerte un rato. Íbamos cogiendo a cada vez más gente, hasta ser prácticamente
unos 50 corredores. El problema era que solo tirábamos cinco personas y de vez
en cuando alguien más. Estaba de los nervios. Más de una vez grité, que éramos
50 que con eso cogíamos al grupo pero no servía de nada, solo nos sacaban 45”.
También intenté irme un par de veces del grupo, pero para eso si salían. Yo
quería acabar pero tirando cuatro solo era imposible enganchar.
Llegó un
momento que íbamos tan lentos que teníamos la ambulancia detrás, y el pelotón
que iba a tope nos había metido seis minutos. Pero seguíamos tirando los
mismos. Cuando ya quedaba media vuelta y
entrabamos a meta nos relajamos. Y quería irme al final de la subida y entrar
delante de ellos ya que les había hecho todo el trabajo pero no conseguí
escaparme y me quedé atrás en el sprint porque no me lo daba. Pero mirando el
lado bueno, acabé la vuelta, los tres días de carrera más duros de carretera
que he corrido jamás y por ello muy contento.
Con el gran Marino Lejarreta
Ha sido una
gran experiencia con una gran organización de la carrera, en la última etapa
llegué el 93º a 6:26, los 6 minutos nos los metieron cuando quedaba menos de
media vuelta, no quería tirar nadie, al final el 79º de la general a 13:07 y el
28º de primer año, de 195 que salieron el primer día solo hemos acabado 87 en
la general, ¡¡¡objetivo cumplido!!!
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