Como ya habréis leído en otras entradas
anteriores, esta temporada está siendo una de las mejores en todos los años que
llevo corriendo. Estoy muy animado pese a que este año la suerte no esté de mi
lado (2 pinchazos de cuatro carreras, por ejemplo). Pues ayer domingo tocaba
carrera en Novales, en Alfoz de Lloredo. Me levante mal, bastante mal, porque
me dolía muchísimo la tripa.
Es un circuito muy, muy, muy duro y largo.
Por eso dábamos solo 3 vueltas. Salíamos de un prado, donde había otros
circuitos, cogíamos una pista que nos llevaba a un cruce, donde nos metíamos a
un camino de tierra a mano izquierda. Bajamos por ahí hasta otra salida, esta
vez a la derecha. Y empezamos a bajar. Era una bajada larga, peligrosa y con
muchos badenes que si no controlabas bien, te ibas o al suelo o en las curvas,
al bardal. Y en cuanto llegabas abajo te aprecia una pared en tus narices. Y
para arriba un rato, hasta que llegas al prado otra vez.
Hacia un poco de frio y estaba nublado.
Pero de repente, se nos echó un grueso manto de niebla encima. Y era muy densa,
ya que había veces que no veías nada. A veces venían rachas de viento un poco
violentas. Muchos corredores ya no querían correr por miedo a perderse, ya que
el circuito es en el monte.
Corrieron los de promoción, luego los
promesas y cuando iban a salir las principiantes féminas, en el momento justo
que el árbitro pitó para la salida una fuerte ráfaga de viento se llevó una
carpa, se metió en el circuito y se llevó a varias corredoras. Acabaron algunas
con cabestrillo, otras, en cambio, estaban todavía asustadas. Dieron otra vez la salida y la carrera volvió más o menos a la
normalidad.
Salí mal
porque me hicieron un sándwich entre dos. Rápidamente remonté y me metí en el
grupo de cabeza. Éramos ocho. Y después siete porque Gonzalo Inguanzo se
escapó. Nos quedamos los siete juntos hasta la subida donde me solté un poco.
Pero luego me reenganché pero ya no me encontraba tan bien como antes. Y
empezamos la subida otra vez y ya no pude más. Me oprimía el pecho y no podía
respirar, iba entrecortado.
Me cogieron
dos y me dejaron. Llegué arriba y volví a bajar para la última vuelta. Estaba
muy desanimado por miedo a perder el open cántabro definitivamente. Y cuando
llegué a la rampa me tuve que bajar para poder respirar. Me estuvieron animando
varios y con lo poco que me quedaba, llegué a meta en 10ª posición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario