Y volvíamos a
las carreteras después de la crono, y volvíamos para correr el Campeonato de
Cantabria de ruta en Igollo (Camargo).
Después de
varios días lloviendo, el domingo no iba a ser menos y también llovía, aunque
no tanto, afortunadamente.
No sabía cómo
era el circuito. La zona en sí, la conozco, porque por esa zona hay varias
carreras y al final pasas por los mismos sitios. Eran dos vueltas pequeñas y
una grande, en la que se subía “El Churi”. Sabía que la carrera iba a ser dura,
muy rompe piernas, con los cambios de ritmo y las subidas y bajadas.
Nos preparamos
todo, y fuimos a firmar, los primeros para quitárnoslo de encima rápidamente.
Después tuvimos charla de equipo donde nos dieron instrucciones. Calentamos y
fuimos a la salida.
El árbitro pitó pero como era salida neutralizada íbamos todos bastante
tranquilos. Pasé para la cabeza de grupo rápidamente. Tenía ganas de volver al
pelotón porque con la tontería este año solo había corrido una carrera.
Cuando por fin
dieron la salida, yo tenía mi sitio cogido para aguantar todo lo que pudiera
hasta que llegase cualquier oportunidad de cualquier cosa. Hubo varios ataques pero no salió nada hasta
mitad de la primera vuelta cuando un ataque se despegó y se fue.
En él iba
Isma, mi compañero de equipo, así que tocaba trabajar para él. Salíamos a los
ataques para cortarlos aunque tampoco nos dieron mucho trabajo. Luego ya cuando
saltó Gonzalo Inguanzo se movilizó el pelotón. Salté para ver cómo iba la cosa
porque se habían formado dos grupos, y no veía reaccionar a nadie. Pero la
diferencia entre uno y otro rápidamente desapareció. Llegamos a una subida
donde se puso un ritmo fuerte y se me salió la cadena. Intenté meterla de
montado pero no entraba así que me tuve que bajar y perdí muchísimo. Enganché a
un grupo de varios corredores, pero donde nadie quería trabajar.
Entonces hablé
con Álvaro Sainz (Luyma), y le dije si quería volver a entrar al grupo.
Intentamos marcharnos pero nos siguieron. Por lo menos, empezamos a
organizarnos y entonces empezamos a coger al grupo hasta finalmente enganchar.
Pero como la cosa se acababa, el Efraín empezó a tirar en la misma subida donde
yo me había quedado antes, y el pelotón se rompió.
Llegamos
repartidos en dos grupos al Churi, (sin contar la escapada). En mi grupo, Julio
le lidero totalmente. Atacó y se escapó en persecución del grupo de cabeza. Yo
iba con Alberto, llegamos bien arriba, pero empezaron a pasarnos corredores que
iban haciendo trascoche y no podíamos meternos. Y así nos quedamos solos. Íbamos
bajando fuerte, pero al ser tan larga la bajada y la lluvia, el agua de la
carretera, se me quedaron las piernas súper frías y luego casi no podía ni dar
pedales.
Al final entré
en meta el último, el 28º de unos 80 que habíamos salido. Contento por haber
acabado, todavía me queda bastaaaaante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario