Y el día después
de Navidad, tocaba ir a correr a Gijón. Es un circuito que me gusta bastante,
donde se hizo el Campeonato de España hace 2 años.
Es un circuito
bastante duro, largo y con muchos cambios de ritmo en los subibajas. Tenía un
laaargo tramo de escaleras, una zona de arena… etc. Lo que no me gustaba era la
salida. Era en subida y en adoquín por lo que resbalaba muchísimo.
Llegamos allí,
y dimos un par de vueltas, y Julio se cayó estrenando el marcador de caídas.
Luego fuimos a las “furgos” que estaban en el parking del cementerio y nos
preparamos. Después nos montamos al rodillo, me puse el gorro de Navidad y
marché para la salida.
Estaba
motivado para hacer una buena carrera y tenía ganas de salir. Me veía bien.
Salí mal, me
quedé atrás así que tuve que esforzarme por intentar colarme por delante en las
primeras curvas. Pero empecé a sentirme pesado. Como me suele pasar a veces por
quedarme frio antes de salir no le di mucha importancia, y bajé un poco el
ritmo para calentar. Pero entramos en la arena, me bajé, eché a correr y me
empecé a ahogar y a encontrar mal.
Iba aguantando
como podía hasta que peté en la primera vuelta. De ahí fui para abajo
(literalmente, me caí unas 7 veces), perdiendo posiciones, no controlaba la
bici, no podía respirar… en conclusión, que no estaba nada bien. Llegué a caerme y salirme del circuito por
debajo de la cinta sin bici ni nada.
Pero me decidí
que por lo menos tenía que acabar. Me puse a ritmo para ello. Me cogió
Alejandro Gómez, del Zugor y me pasó. Fui detrás hasta llegar a las escaleras,
donde ataqué y le pasé, y acabamos llegando al sprint.
Las
sensaciones la verdad es que eran bastante malas, pero borrón y cuenta nueva
para el Campeonato de España, entrenando a tope para ello, un día malo le tiene
cualquiera.
Día gris
No hay comentarios:
Publicar un comentario