Y siguiendo
con la temporada de carretera, tocaba ir a Galizano. En un principio no iba a
ir a la carrera ya que se celebraban ese mismo día la carrera de Montaña
Palentina de mtb, en Aguilar de Campoo. Pero justo pusieron los europeos de Mtb
ese día y tuvieron que cambiarla de
fecha.
Y al final,
ahí estábamos nosotros, sentados en las carpas del BigMat-Sallende, en la hora
de la “charla”, antes de irnos a firmar y montar en el rodillo.
Después de
hacer rodillo estabamos muy nerviosos, con la tensión de que íbamos a salir en
nada, cogiendo la comida que íbamos a llevar para comer en carrera y evitar al
“hombre del mazo”. Fuimos a la salida, y
mientras estábamos hablando (antes de la hora de la salida, que eran las once y
media) dieron la salida, sin avisar ni nada.
Alguno salió con la chaqueta puesta todavía por encima y todo.
La primera
parte de la vuelta pequeña (donde dábamos dos vueltas más luego la grande), era
muy, muy estrecha. Íbamos todo el pelotón junto y a veces era imposible pasar
hacia delante, ya que era una autentica pared. Iba aguantando en el grupo, casi
siempre bien colocado delante pero sin comerme todo el viento. Llegamos a la
segunda vuelta sin mucha novedad, salvo algunos ataques pero sin ninguna
importancia.
En la segunda
vuelta, un ataque me pilló en la zona estrecha justo en la mitad del pelotón y
me solté un poco pero rápidamente conseguí volver a enganchar. Iba metido en
cabeza todo el rato para evitar quedarme.
Esa vuelta coincidió la meta volante
y entramos en la última vuelta esprintando. Ya solo nos quedaba la vuelta grande,
que justo antes de llegar a la recta de meta, seguíamos para subir dirección
Güemes, y luego al alto de Ajo y bajar a meta. Aguanté bien en el grupo hasta
que llegamos a la subida, donde me descolgué a principio de puerto.
Hicimos un
grupito en el que íbamos cogiendo a los que se descolgaban. Iba bastante
fastiado porque la subida se me hacía muy larga. Pero poco a poco llegamos
arriba y cuando empezamos a bajar iba tirando del grupo, porque teníamos uno delante.
Pero bajando se rompió el grupo y entramos desperdigados.
Al final
contento por haber aguantado, con buenas sensaciones y a seguir trabajando para
darlo todo cuando termine el curso.
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