Para culminar mi primera temporada
de cx, tocaba la carrera de Santillana del Mar, la semana siguiente al
Campeonato de España de Torrelavega. Es una carrera nueva, con un circuito muy, muy divertido, y
bastante duro.
Como se va haciendo habitual, llegamos
al circuito cuando todavía era de noche. Hacia muchísimo frio, y creerme,
muchísimo es poco. El circuito estaba congelado, las gotas del rocío se habían
convertido en escarcha y la hierba, triscaba cuando la pisabas. El circuito
empezaba en una carretera, entrabamos en un “prau” con unas subidas y bajadas.
Por culpa del barrillo resbalaba bastante. Bajábamos a la pista de fútbol del
colegio, y subíamos a otro “prau” donde se encontraba el box, la parte del
circuito más duro para mí. Había una subida larga, con mucho barro, y prácticamente
había que subirla desmontado, lo que la hacía muy dura. Luego bajábamos y
pasábamos otra vez por el box y nuevamente a la pista futbol, donde íbamos por
al lado de un riachuelo, hasta llegar a una curva de 90º para entrar por una portezuela
muy estrecha donde no entraba más que uno, llegábamos a hasta la plaza de la
Colegiata, donde en el lavadero que hay, habían tapado las arquetas y el agua
se metía por un túnel, por el que claramente, había que pasar. Luego volvíamos
al “prau” del principio, pasando por las escaleras del patio del colegio y
tablones.
Dimos unas cuantas vueltas, viendo
el circuito, con alguna que otra incidencia, como la caída de un compañero, o
llevarme una estaca por delante. Pero nada más.
Luego cogí un vaso de caldo, para
calentarme las manos, que se bebió mi madre. Después nos preparamos y nos
subimos al rodillo.
Nos llamaron para la salida, me
coloqué y esperamos a que salieran las chicas y más tarde nosotros.
Salí atrás, pero daba un poco igual
porque no éramos muchos. Pasé un poco para delante y cogí mi ritmo, porque
sabía que se iba a hacer dura la carrera, así que fui con cuidado. Me hice la
subida corriendo, por culpa del barro, y al bajar, estuve a punto de caerme al
adelantar a otro corredor. Seguimos en fila todos, porque entramos en la zona
estrecha y no podíamos adelantar. Íbamos rodando rápido, y empecé a oír un
sonido raro a la salida del túnel, miré la cadena y vi que se saltaba, y de
repente, crash, se partió la patilla. Pues a correr. Me subí la bici al hombro,
y eché a correr.
Me iban animando todos porque iba
averiado, y prácticamente no me lo daba ya que correr tanto con la bici al
hombro me destrozaba, y a veces iba andando. Llegué a boxes, cambié y me tocaba
subir. Volví a adelantar a las chicas, pero no me lo daba y me dolía la
rodilla, por haber pisado mal un par de veces. Seguí mi carrera, como podía.
Estuve a punto de caerme un par de veces en la plaza de la Colegiata. Me caí en
lo más alto de circuito, por una piedra mal puesta en la que di vuelta.
Y bajando,
al paso por boxes me cogieron Gonzalo y Saúl, que iban liderando la prueba. Me
había recuperado un poco así que les seguí un cacho, hasta que me dejaron y
entre solo a meta. Por lo menos, entre tercero ¿no?, jajaja, no, entré el 18º.
Acabé contento la carrera porque lo
di todo, aunque no pudiera hacer nada por culpa de la avería. Me hubiera
gustado acabar la temporada de ciclo cross marcándome un carrerón, pero no pudo
ser. El año que viene más.
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