Después de la Vuelta a Asturias,
iba con el ánimo alto, a correr en San Vicente, carrera organizada por mi
equipo, con el mismo recorrido que en la carrera de cadetes pero sin el mini
circuito final que hacían ellos.
Llegamos allí y después de
prepararnos, calentar, firmar, nos fuimos
a la salida. Hacía mucho frio, mucho viento, y estaba a punto de llover.
Salimos neutralizados, hasta que llegamos al final del pueblo, que entonces
dieron la salida oficial. Nos metimos por un callejo dirección Abanillas. Y el
problema de ir por ahí es que vas subiendo todo el rato.
Además iban tirando
fuerte y yo dejé de encontrarme tan bien como me veía antes de salir. Me quedé
en la primera rampa, para iniciar una carrera en solitario, logrando conectar
con el grupo justo antes de la última subida de la última vuelta. Justo después
de ese esfuerzo, no pude aguantar los arreones que estaban dando en cabeza y me
volví a soltar, pasando en un grupito por San Vicente. Y volvimos a entrar a la
zona de repechos, y donde se acabó mi participación en la prueba cuando me
retiraron.
Parecía que iba seguir mejorando
como en las anteriores carreras, pero nada más lejos de la realidad. No me
encontré para nada bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario