Constancia

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jueves, 21 de enero de 2016

Campeonato de España CX 2016 - Torrelavega


***IMPORTANTE***
ESTA ENTRADA HA TARDADO TANTO EN SUBIRSE DEBIDO A QUE HEMOS TENIDO EL PC FUERA DE COMBATE ESTA SEMANA.

Primer Campeonato de España de Ciclo Cross. He estado en más, como Laredo, Zamora, Navia, Segorbe, Gijón… y aunque en este ultimo si corrí, pero fue como promoción. Pero este año en Torrelavega, corría de verdad, como cadete. Y con más ganas aún de las que tenia, ya que me habían seleccionado para ir representando a Cantabria, junto con otros cinco cadetes más entre los que se encontraban dos de los favoritos para ganar en esta categoría.



Desde la prueba previa al de España, que fue el Campeonato de Cantabria, los organizadores habían cambiado alguna cosa, como meter curvas en el velódromo Oscar Freire, dentro de “El Patatal”, un tronco a modo de tablón, pero también cambió el terreno debido al clima, ya que estuvo lloviendo toda la semana (finde incluido) y como no, se hizo barro, muuuucho barro.

DÍA 1 -Team Relay-

Para los que no sepan lo que es el Team Relay, es una prueba de relevos, en los que las selecciones que participan, eligen a 6 corredores (1 fémina, 1 cadete, 1 junior, 1 sub-23, 1 elite y 1 máster), elijen su estrategia sobre quien sale en cada momento.  De Cantabria salieron, Sandra Trevilla, Ramón Liaño, Unai Díaz, Gonzalo Inguanzo, Adrián García e Ismael Esteban 



La carrera fue muy emocionante. Primero salió Sandra, que aunque la dejaron y la metieron terreno pero hizo el segundo mejor tiempo entre las féminas a solo 9” de la primera, luego “Monchi” comenzó la remontada, después Unai, y Gonzalo que saliendo quinto se puso segundo, Adrián pasó al primero y luego Ismael mantuvo las distancias mientras lideraba la prueba. Y así, por primera vez, Cantabria quedó Campeona de España de Team Relay. Luego nos fuimos para casa, me preparé la maleta, cené y a dormir. 

Día 2 -Master, Féminas, Sub-23-

Me levanté pronto. No corría, pero fui a ver las carreras.  Corrían los máster 50-60 donde se impusieron Miguel Ángel Taboada y Juan Carlos López, después los 40 donde ganó el cántabro Pablo Gómez. Luego corrieron las féminas, donde se llevaron el maillot de campeona Aida Nuño, Luisa Ibarrola y Magda Duran y después nos fuimos a comer. Más tarde era el turno de los máster 30, donde se impuso Raúl Ballester, seguido de José Luis Blanco y Sergio Sordo y después de los sub23, donde mi amigo Adrian García (Gomur) se ganó el subcampeonato, después de la avería del año pasado en contrameta que le dejó con la miel en los labios, ganaba Felipe Orts y tercero hacía Mario Junquera.



Después de la carrera, cogí mis cosas y nos fuimos al hotel Salldemar (Santillana del Mar), donde íbamos a dormir. Nos acomodamos y luego fuimos a la posada Camino de Altamira a cenar. Cenamos bastante bien. Luego volvimos al hotel. Estuvimos hablando y viendo el “Dakar” un rato hasta que nos fuimos a la cama.

Día 3 -Cadetes, Junior, Elite-

Me levanté pronto, a las 6:45 de la mañana, me vestí, me preparé la maleta y nos fuimos a desayunar. Mientras desayunábamos, aparecieron los cadetes de la selección asturiana, donde estaba mi amigo Juanin. Volvimos al hotel cogimos las cosas y nos marchamos al circuito.



Di unas vueltas al circuito, que estaba súper divertido. Había mucho barro (que le hacía muy duro), y en las curvas se iba mucho. La arena estaba más dura y se pasaba mejor. “La olla” (una empinada bajada que termina en un salto) se había embarrado, y se había hecho una rodada que llevaba directamente a un árbol. Las escaleras resbalaban mucho, y a veces hacían ventosa con las zapatillas. Y sobre todo, la primera bajada (que estaba seguida de las primeras escaleras), que estaba súper peligrosa. Se había embarrado mucho y se había llevado la tierra del principio de la cuesta haciéndose un escalón, por lo que si nos bajabas por donde debías, dabas con el plato. Hubo muchas caídas ahí.



Me preparé las cosas para correr, y nos montamos en los rodillos. Rober San Emeterio y Jorge Lastra ponían apunto las bicis mientras Cristina San Emeterio dirigía nuestro calentamiento. Acabé sudando pero estaba muy bien. Nos dirigimos a la salida donde dimos unas vueltecitas hasta que nos llamaron los árbitros.



La salida se hacía, colocando primero a los 15 primeros componentes de la clasificación de la Copa de España, y luego por selecciones, por filas todos los componentes de cada selección, según su puesto el año pasado. La primera fue Galicia. Y después los que no iban seleccionados.


De mi selección yo iba el ultimo (claramente, no me iba a poner delante de los otros cuando en las carreras me sacan un mundo), pero me colé rápidamente, en cuanto el árbitro pitó entre muchos corredores, haciendo una gran salida. Me encontraba bastante bien. Éramos ochenta y muchos y con toda esa gente era una autentica locura. Había que ir con más de mil ojos, porque te venían de todos los lados posibles, hasta desde los imposibles, jaja. Subimos las escaleras, y el que tenía delante me dio un “bicicletazo” literalmente. Tiró su bici hacia atrás con mucha fuerza, y me dio en toda la cabeza. Me agarré donde pude porque me iba pa’bajo.


La bajada la pasé a pata, porque había demasiada gente para hacerla montado. También el puente porque veía que la gente intentaba hacerlo montado, y muchos no podían y había atasco. Fui corriendo lo pasé y arriba me monté. Me quité mucha gente de encima y aproveche para coger mi ritmo de carrera. Llegué a la cuesta que había antes de llegar a “La olla” y me bajé, por el mismo motivo de antes. Llegué a la famosa bajada, e irónicamente, se me fue la olla, porque me tiré por la cuesta grande en vez de por la escapatoria, para entrar más lento y así evitar pararme en la montonera. Pero bajé, me los llevé por delante y me caí. Y fui a levantarme, resbalé y me volví a caer. Fue una caída graciosa, y pese a los nervios de carrera, me empecé a reír mientras echaba a correr. Me hice un tramo largo corriendo, no merecía la pena montarme, gastaría muchas fuerzas e iría más despacio. Me cogieron dos cántabros y fui con ellos un rato atacándonos. Dejé atrás a uno de ellos y luego tuvo avería. El otro era Adrian González del BigMat-Sallende (mi compañero de equipo). Nos cogió también Julio Pérez, del Daessa Sport. Dejamos atrás a Adrian y tiramos Julio y yo. Cogíamos a corredores todo el rato, otros nos cogían a nosotros. 


Julio se me escapó un poco pero le volvi a echar mano. Iba delante mío en las escaleras, pero fue a bajar la cuesta desmotado, le eché “huevos” y la bajé montado y le pasé, cogimos a otro, a su rueda llegamos a la arena. Vi como entraba, estaba decidido a pasársela montado, así que en cuanto el empezó a pedalear un poco más lento, me bajé de un salto, bici al hombro y eché un sprint corriendo y le dejé atrás y entonces oigo un ruido raro, miro mi bici y veo que la palomilla de la rueda delantera estaba suelta, me bajé rápidamente para apretarla, para evitar caídas tontas. Por culpa del barro la palomilla no roscaba y tardé demasiado. Me pasó un grupo en el que iban Adrian y Julio. Y me puse a rueda remontando poco a poco hasta que dejamos al grupo atrás y entré solo con un madrileño, y Julio delante mío con otro.  Y entré en 56º posición.





Luego les tocaba a los junior, donde se impuso Jokin Alberdi y para finalizar los campeonatos de España, la categoría reina, los elites, que en una reñida prueba, ganó Javier Ruiz de Larrinaga, delante de Kevin Suarez e Ismael Esteban que dio un buen trompazo al empezar la carrera. Y contamos con la participación de José Antonio Hermida.

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