Constancia

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jueves, 28 de mayo de 2015

Carrera de escuelas en La Revilla 2015 (1)

Día gris el que pasé en LaRevilla

Como ya es temporada, este sábado había carrera. Tocaba nada más y nada menos que en La Revilla, ese circuito que aunque sea un “0” es muy duro ya que tiene una subida que al cabo de varias vueltas, cansaba muchísimo. Y claro, yo tenía que dar 18 “vueltecitas”.
Hacía calor, bastante, así que llegué di unas vueltas y me senté en la carpa a ver las carreras. Tenía bastante hambre pero antes de la carrera solo podía comer dos barritas y un plátano. Y lo peor de todo es que pasaba mucha gente con su helado, sus bollos, sus patatas fritas… etc.



En la carrera anterior a mí, en la segunda vuelta me subí al rodillo y estuve un rato hasta que prácticamente iban a acabar la carrera. Me preparé para salir y me fui a la salida.




Salí bien como en todas las carreras. Me coloqué por delante del grupo, pero sin tirar. Estuvimos “tranquilos” (por decirlo de alguna manera) un rato, porque ya llegó uno de los favoritos (el que faltaba) y se iban vigilando. De vez en cuando alguno atacaba, o sea todo lo normal. Siempre se oía algún llantazo producido por la pila de alcantarillas que hay. La primera tanda de alcantarillas empezaba al terminar la curva y estaban a la derecha, lo justo para cerrarte en la curva y las librabas. Pero si ibas en grupo, luego las de la izquierda te las comías. Yo las saltaba todas (menos las que se podía esquivar). Intentaba beber en el grupo pero me golpeaban todo el rato, aunque lo conseguí. Iba bien, yo me veía bien. Pero atacaron. Salté con ellos y me dejaron, gracias a eso no me despegué mucho del grupo. Le cogí otra vez. Y en la subida atacaron otra vez y intenté volver a saltar pero, no sé qué paso. Las piernas se negaron a hacer un esfuerzo. Me soltaron y me dejaron mucho. Y yo, por más que intentaba seguirlos, no podía. Lo estaba pasando bastante mal. Me iba desmoralizando con cada vuelta que pasaba. Y al final me doblaron. Me salí de la carrera cuando me mandaron los árbitros.





Me dolían las piernas muchísimo, tenía mucha hambre y sed.  Al día siguiente tuve entrenamiento de equipo, no podía ni con el casco, pero de 35 km que hicimos hice una media de 30 km/h. El lunes tenia agujetas, muchas agujetas.

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