Continuábamos la Copa de España,
esta vez en Carranza (País Vasco).
Como es tradición, llovía a mares. El circuito, por tanto era un gran barrizal.
Le venía muy bien, porque es un circuito que mojado gana mucho, ya que seco es
como una gran escombrera. Ahora en cambio, había que patear bastante, se bajaba
mucho el ritmo y viene mejor a los que son más técnicos.
Llegué pronto, me preparé y me fui
a dar una vuelta al circuito. Me gusto como estaba, y sabia que se iba a poner
peor según fueran corriendo las demás categorías y como siguiera lloviendo.
Después en la carpa, nos preparamos
para correr y más tarde (antes de ir a calentar) hablamos tranquilamente
mientras veíamos las carreras.
Cuando acabamos de calentar nos
fuimos a la salida, mientras nos mojábamos por la lluvia. En la salida estaba mal
colocado ya que no tenía puntos.
Salí mal, y llegué al prau mal. Las
primeras curvas, fueron una locura. Hubo más empujones de lo normal, era más difícil
pasar. Y por encima de todo eso, broncas con algunos corredores, que en vez de
seguir las cintas y hacer el zigzag, iban saltando cintas.
Al salir de la primera campa, más o
menos se tranquilizaron poco las cosas (todo lo que se puede tranquilizar una
carrera). La competición transcurrió sin muchos cambios. Había salido mal y me mantenía
más o menos en esos puestos, había pasado a varios, pero también me habían pasado.
Hasta la última vuelta, donde a falta de la última campa pinché, y a todos los
que había conseguido pasar durante esa vuelta se me fueron.
Entré con la segunda bici en meta.
No fue una carrera especialmente brillante así que no acabé muy contento, me esperaba
más en un circuito que me venía bien.
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