Constancia

Constancia

sábado, 8 de julio de 2017

Campeonato de España Btt 2017 Cadete - Avila


Y llegó la hora. Nos levantamos pronto. Desayunamos, nos preparamos, cogimos las maletas y nos fuimos. Un rato después aparecimos en Torrelavega, en el velódromo Oscar Freire, donde esperaba el autobús del Racing de Santander. Con él, el conductor que nos llevó el pasado verano a Mérida, al Campeonato de España Escolar de Carretera y Btt, y que este año nos llevaría a Ávila (Castilla y León). Así pues cuando toda la selección estaba preparada, las bicis y demás equipaje cargado y nos hicimos la foto de rigor, montamos en el bus e iniciamos el viaje.



Tardamos unas horas en llegar a nuestro hotel, El Espinar, que se encontraba en un pueblo del mismo nombre a 40 km de Ávila. No hacía calor como nosotros pensábamos, aunque tampoco hacia frio… todavía.




Comimos allí, bastante bien. Luego fuimos a las habitaciones a descansar un poco antes de ir a ver el circuito. Pero empezó a llover bastante. Aún así cuando pareció despejar un poco fuimos a ver el circuito. Llegamos a Ávila y estaba prácticamente inundado. Por las calles bajaban ríos de todo lo que caía. Y llegamos al circuito y no estaba marcado. Solo vimos algún que otro sendero y conejos, muchos conejos. Total, que no vimos nada. Decepcionados y empapados volvimos al hotel. Dejamos las bicis, ducha rápida y a cenar.




Al día siguiente nos levantamos prontito para a ver si habían puesto algo del circuito porque estaban poniendo estacas el día anterior cuando nos marchábamos. Estábamos asustados por la granizada que había caído a las tantas de la mañana, con granizos del tamaño de pelotas de golf.


Fuimos hacia Ávila, llovía bastante, y cada metro que nos acercábamos a la ciudad se iba volviendo más oscuro y cada vez llovía más. Hasta que dejó de llover, pero solo para granizar muy fuerte. Como bajamos a Ávila buscando calor no teníamos ropa de invierno, así que tuvimos que ir al decathlón a comprar chubasqueros. Y tal como esperábamos, el circuito seguía sin estar marcado. Así que seguimos buscando senderucus, pero sin saber cómo era. 



Volvimos al hotel y después nos comunicaron que habían suspendido las pruebas de ese viernes porque estaba todo inundado, llovía mucho y hacia muy mal tiempo.




Por la tarde insistimos, fuimos a dar otra vuelta, andando para ver como avanzaban en el marcaje del circuito. Aun así seguía sin estar marcado entero aunque ya se podía ver algo. El circuito era bonito, muy rápido y poco sitios técnicos como puedes encontrar en otras carreras como las del open vasco o de la Copa de España. Pero era muy estrecho. No puedes organizar un circuito para un campeonato así siendo tan estrecho debido a que tienes que dejar sitio para pasar bien.




Por que jugarse un Nacional solo por la salida no es justo, uno puede tener posibilidades pero no poder adelantar y no poder optar a nada. Prácticamente era por pista, aunque tenía varios sitios de senderos, un poco de barro que había aparecido por las lluvias. Tenía subidas duras que vuelta tras vuelta (dábamos 5) te desgastaban mucho. Las bajadas eran bastante divertidas. Aunque estaba mojado y las piedras resbalaban muchísimo, no me importaba mucho porque aunque todavía quedaba granizo en el suelo de por la mañana, ya salía el sol y parecía que la tormenta se alejaba. Y era así, que calor pudo hacer el resto del fin de semana.



Al día siguiente nos tocaba. Por fin volvieron a cambiar la hora de nuestra carrera. No queríamos que fuera a la una como el año pasado, a 48ºC y un golpe de calor por metro cuadrado. Lo cambiaron a las cinco y nos quejamos. ¿Por qué no podía ser como antes? Por la mañana prontito, como se hacía antes. Y nos escucharon.


Llegamos allí, dimos una vuelta completa al circuito (por fin). Me encontraba bien, nervioso pero bien. Vimos la carrera de las chicas, animando a Elena y nos pusimos a calentar. 


Luego fuimos a la salida. Yo sabía que mi carrera estaba perdida ya desde antes de salir. Me explico, éramos 69 corredores. Mi lugar en la salida era el 67. Además el circuito no ayudaba como había dicho antes.
La salida se hacía en una pista, y al poco de salir curva cerrada con una subidita, hacia unas piedras que se estrechaba muy rápido. Me puse por fuera para evitar lo trabones que iba a ver por dentro, al cerrarse unos a otros. 




Para colmo, nada más pitar el árbitro y salir a muerte, hubo un incidente o caída o no sé qué paso en realidad, pero aun así tuve que frenar para no llevármelo por delante. Y así llegué el último a la primera curva. Estaban todos trabados ya, así que salté en marcha y empecé a correr y a pegar brincos entre corredores. Aun así, no entrabamos todos y muchas veces tenías que esperar parado. Cuando podía pasaba a quien podía. Iba bien. Me encontraba muy bien de piernas, a la vista está que iba cogiendo gente poco a poco y les pasaba y les dejaba. Cogí a Álvaro Cobo, que venía con la selección de Cantabria y empezó nuestra carrera juntos. Los corredores de delante se habían distanciado mucho por lo que tuvimos que poner un ritmo muy fuerte para poder cogerlos. Íbamos recortando mucho a los de delante, les cogíamos, y les dejábamos. Álvaro tiraba en las bajadas porque al ser más técnico que yo, bajaba más rápido y a mí me ayudaba, el llano le compartíamos y la subida tiraba yo, que me encontraba verdaderamente bien. Cogíamos a los corredores de uno en uno, de dos en dos a lo sumo pero íbamos muy distanciados.  


Al acabar una bajada, Álvaro se cayó. Pegó un buen tortazo, y yo detrás casi le atropello, pero conseguimos salir rápido. Si hubiera tirado me hubiera ido, pero no iba a dejar a Álvaro ahí, así que espere un poco y rápidamente volvimos a coger ritmo. Estuvieron a punto de doblarnos, habíamos perdido mucho tiempo (baje un minuto para la siguiente vuelta) pero llegamos bien a meta. Entramos de la mano, en las posiciones 53º y 54º. 


Muy contento con mis sensaciones, iba muy muy bien, comparado con cómo me había encontrado hacia unas pocas semanas. 




Por la tarde fuimos a ver a nuestros compañeros las pruebas de crono y de las de línea de los infantiles. Ahí Cantabria se alzó con la victoria de Iván Bonilla.




Al día siguiente tocaba ir a ver las pruebas de línea de los cadetes, y después nos despedimos de Ávila y volvimos a casa.



Buenos momentos que pasamos en Avila

Otra gran experiencia.







No hay comentarios:

Publicar un comentario