Y después de
unos días fuera de combate por culpa de una gastroenteritis, por lo que no acudí
a la carrera de Viveda de carretera, tocaba carrera en Mungia.
Me levanté
pronto, y después de desayunar marché para el club, donde lo preparamos todo y
nos dirigimos al País Vasco.
Una vez allí,
cogimos las bicis y fuimos a dar una vuelta, pero nos perdimos (y menos mal
porque en el rutometro ponía que el circuito era de cinco km y teníamos que dar
11 vueltas y al revés). Luego hicimos rodillo, y nos fuimos a la salida.
Salí atrás,
pero rápidamente fui pasando por la derecha. Pero no me sentía “fino”. Llegamos
a Gatika, que estaba nada más salir, donde se hacía el premio de la montaña y
atacaron.
Me quedé
cortado justo ahí. Llegué arriba dándolo todo para no quedarme. Bajando pillé
un badén y mi botellín reventó y salió volando echando agua. Iba con Iván
bajando a toda leche adelantando a mucha gente, hasta que llegamos al llano que
puse mi ritmo, y a enganchar.
Pero
tirando a tope (había momentos que rodaba a cincuenta por hora) y solo nos
acercamos un poco. Seguí tirando y a mi grupo le cogió mi compañero de equipo
Alberto, entonces empezamos los relevos y la segunda vuelta. Y fuimos a tope
hasta que nos quedamos a 10 metros. Y cuando parecía que íbamos a enganchar,
llegó un pequeño repecho, una subida de ritmo y los tres quedamos cortados otra
vez. Seguimos a ritmo pero el pelotón
nos metió mucho y poco después de acabar la tercera vuelta, nos retiraron.
Y después de
una tormenta viene la calma, a ver si después de esta mala racha puedo hacer
una buena actuación en la Vuelta al Besaya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario