Constancia

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viernes, 8 de abril de 2016

Internacionales Btt Valladolid 2016 - Copa de España Cofidis

"Con mi primo el de Valladolid"

Después de una muy laaaarga espera,  de muchos exámenes, de muchas chupas de agua entrenando, por fin, llegó el momento que tanto esperaba, empezar la temporada.



Y empezábamos nada más y nada menos que en Valladolid, en la segunda prueba de la Copa de España de Btt, organizada por Internacionales BTT.


Salimos de Colindres el día antes, ya que la hora de salida de mi categoría era a las 9 de la mañana y había que madrugar mucho y del viaje y demás llegaríamos muy cansados para correr.  Salimos por la mañana tranquilamente, para ir para allá. Íbamos en mi furgoneta, cargada hasta los topes, 5 personas,  Iván Carnero (mi compañero de equipo, BigMat-Sallende), Ainhara Salas (Multiservicios Rio Miera-CCMeruelo) y su padre, y claro, mi padre y yo.



No estaba nervioso como otras veces eso me sorprendió y todo, pero solo empecé a temblar en la salida, por lo demás, estaba bien en todo momento.



Llegamos allí a la una y pico, nos registramos en el Hotel Novotel, que estaba colaborando con la carrera y hacía una oferta a los que iban a la prueba. Subimos a las habitaciones (que estaban bastante bien) y comimos. Luego mi padre bajó a la reunión de directores que era en el propio hotel. 


Tuvimos un poco de tiempo libre antes de irnos al circuito, que estaba en el Cerro de las Contiendas, para la CRI y el recorrido. La gente decía que estaba muy complicado debido al barro que se había hecho por la lluvia. Dimos una vuelta al circuito antes de la crono.


Tengo que decir, que tenía miedo. Este es mi primer año de cadete y todo el mundo me decía que había un salto muy grande desde escuelas a cadetes, y tenía miedo por el circuito. Y si, había mucho cambio, no era ni parecido a los demás circuitos. El más parecido era el de Alfoz de Lloredo, y ese se quedaba pequeño al lado de este. Había sitios en los que había que ir tranquilo y con una pata fuera para no irte al suelo, o lo que es peor hacia abajo. Y en una bajada que la ví y dije que “nanai”, que eso no lo bajo. Tenía un par de escalones considerables y unos cuantos arboles al fondo puestos “a muy mala leche”, pero después de mirarla un rato, me la bajé unas cinco veces (y no fueron más porque para volver a bajar había que subir, y costaba).


El resto del circuito también me gustaba, tenia de todo; un tramo de escaleras, bajadas técnicas y otras más fáciles, subidas que se hacían montado en bici y otras que era imposible (que por culpa del barro abundaban más estas últimas), sitios técnicos y otros para descansar.
Me encontré con Raúl Durán (Dipuleon Bembibre),  con el que corría el FuturoBike hasta el año pasado. Fue uno de los afectados de la hora de recogida de dorsales de la contrarreloj, que como muchos otros, como mi amigo Miguel Bartolomé (Cycling Vallina), no sabían que se cerraba todo a las dos de la tarde y no pudieron correr.
Volvimos al hotel, después de limpiar la bici, y las subimos a la habitación (por si acaso…). En todo esto, a Iván se le soltó el tornillo de la patilla del cambio y se le perdió. Aprovechando la bañera del hotel, me relajé un rato a remojo antes de irnos a dar un paseo por Valladolid e ir a cenar. Íbamos con un primo lejano de mi padre con el que nos llevamos muy bien, que es de allí de Valladolid. No pudimos dar el paseo que queríamos porque llovía bastante y al final acabamos en el Telepizza, con tres pizzas tamaño familiar que estaban bastante ricas.


Llegamos al hotel, nos preparamos todo para el día siguiente  y nos fuimos a la cama, no a dormir, a la cama. Y digo esto porque no dormí en toda la noche, entre el calor que hacía, no estaba cómodo, la luz de emergencia… me levanté unas 7 veces a beber agua al baño… en fin, no pegué ojo en toda la noche. Me levanté a las 6:20, que me había puesto la alarma del móvil para ducharme antes de irnos a desayunar. Bajamos las maletas a la furgo y hambrientos fuimos al comedor del hotel. Luego bajamos las bicis y nos marchamos al Cerro de las Contiendas.


Llegamos con el tiempo justo de encontrar un tornillo para la bici de Iván (gentileza de Jose Luis Blanco Teleña, Cangas de Onís, de la tienda Blanco Teleña Bikes), de poner los rodillos y prepararnos para la carrera. Salíamos cadetes, luego cadetes féminas, junior féminas y master 40/50/60.

Tuvimos suerte y nos llamaron por dorsal, empezando por el 200 y yo era el 215 e Iván el 214. Nos tocó en segunda fila. El árbitro nos dijo que eran tres vueltas, y que iba a decir 30, y luego 15 y después tendríamos que salir en cuanto sonara el silbato, éramos 45 cadetes.


Dijo 30, me temblaban las piernas y los brazos.
Dijo 15 y dejé de temblar.
6 segundos después pitó, muchos no se lo esperaban tan rápido,  yo si porque no es la primera vez que nos lo hacían.


Salí a todo lo que daba, pero me empujó uno y tuve que girar rápido. Después otro me placó y no sé cómo (la primera vuelta la di con un ángel en el culo) me tambaleé un poco pero seguí, el otro tal como llegó rebotó a otro lado y se cayó. Rápidamente nos pusimos todos en fila, en la primera subida un poco larga y ancha. Llegamos a la parte estrecha sin adelantamientos, hasta que llegamos a una subida que era casi imposible subir montado en ese momento y en la que había una verja y después de la carrera estaba lleno de tapones que se habían ido cayendo de lo estrecho que era el camino. Íbamos todos en fila andando sin poder pasarnos los unos a los otros. Hasta que dos nos pasaron a todos por arriba, y uno de ellos era Julio (Grupo Codelse-Daessa Sport). Llegué arriba y le cogí y fui con él un cacho. Entramos en una bajadita un poco peligrosa por el barro, pero la pasé sin ningún problema. Llegué a un tramo con curvas resbaladizas dentro del bosque donde pasé a varios aprovechando la habilidad de cx de bajarme cuando hay montoneras. Seguí a mi ritmo hasta que llegué a otra de esas subidas de echar pie a tierra. Cuando monté no enganchaban los pedales y había que dar un par de golpes a estos para sacar el barro y poder andar y controlar la bici con más facilidad ya estaba a la altura del mirador. Pegué un par de libradas pero sin mucha importancia. La carrera estaba completamente rota ya, y estábamos todos desperdigados por el recorrido. Llegué a la bajada del escalón después del segundo box y dos espectadores empezaron a animarme y dije: -¡¡¡¡ Recordadme como un héroe!!!!.


Y más les vale, porque entré mal, se me fue la bici y… VOLÉ No fueron ni dos segundos en el aire y caí con la rueda de delante y me iba de frente y yo intentando enderezar me senté en la rueda de atrás, y me iba contra el árbol. Tenía los huevos en la garganta (expresión un poco brusca pero es necesaria) y otra vez apareció el ángel que me agarró y me puso en el camino. Llegué al final de la bajada y en un poco de barro, me resbalé y caí muy despacio. Me levanté y seguí para delante. Me cogió la primera junior Magda Duran, y los primeros máster. Acabé la primera vuelta con otro corredor, con el que hablé un poco en la subida del primer box, mientras nos pusimos a rueda de un grupo de máster. Fuimos rodando juntos un rato hasta que le solté. Me iba acercando a Raúl Duran, poco a poco recortando. Pero tenía mis propios problemas porque cada vez iba haciendo más mazagote de barro en las zapatillas y costaba enganchar. También me cogían corredores por detrás.  Fue la vuelta que más lenta hice, medio minuto más que en las otras dos. Iba en un grupito con más cadetes, que dejé atrás. Llegué a la última vuelta. Me veía bastante bien, mejor de lo que me esperaba para ser la última vuelta (que no era mucho), sabía que tenía a Raúl cerca así que blanco y en botella, leche. Cogí un ritmo un poco fuerte que pudiera aguantar toda la vuelta. Iba tan motivado que me subí la cuesta de la verja (y sin dejar los tapones). Le recorté bastante, incluso me puse a rueda (aunque solo fuera un poco). Sus padres también me animaban (me llevo bastante bien con ellos) y su padre me decía:
-¡¡¡Vamos que tienes a Raul ahí!! ¡¡¡Pero no le pases eh!!!


La bajada del escalón, como en la vuelta anterior, la bajé desmontado, decidí que había gastado toda mi suerte del día.
Al final, Raúl pegó un tirón que me dejó clavado. Y aunque bajé dándolo todo no lo cogí. Hice un tiempo de 1:20 h.




Al final muy contento por la experiencia. A la carrera y organización un 10 porque el circuito me enamoró. Y yo, muy contento como lo había hecho, buenas sensaciones y muy divertido. Eso sí, todavía tenía la tensión de la librada de la primera vuelta cuando acabé.


2 comentarios:

  1. Hola Nicolás soy Miguel el padre de Raúl ,me encanta la crónica de la carrera ,tiene mucho merito plasmar la dureza del circuito mediante la palabra .Todos hicisteis una gran carrera y sin caídas de importancia .Cuando te digo que no pases a Raúl es de broma y sé que tener una referencia motiva .Alguno flipara cuando le digo que tire que le están cogiendo y al momento animo al que le está recortando .El puesto es un numero pero veros calentar juntos y charlando después de la carrera es lo bonito.

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  2. Muchas gracias Miguel!
    La verdad, yo voy a las carreras desde pequeño, siempre porque me encanta andar en bici y sobre todo porque hacia muchos amigos y me lo pasaba en grande.
    Un saludo
    Nicolás

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