Después de una
semana, que no podía más por los nervios, por fin llegó el sábado. Como cada
año, antes de empezar el Futurobike y el Open Cántabro, vamos todo el equipo de
Ramales a Muskiz, para correr. Este año en especial tenía ganas de correrla
porque es mi último año en escuelas, por lo tanto mi última carrera ahí (exceptuando
ciclo cross eh?).
Llegué un poco antes, y estuve mirando el circuito. Era prácticamente igual al
del año pasado, lo único que me metieron (por ser infantil de 2º) otra parte en
la “Glorieta”, la única subida del circuito.
Empezaron las carreras, y me puse a calentar poco a poco. No podía estar quieto
mucho tiempo, porque estaba muy nervioso. Antes de la primera carrera me comí
un plátano, y luego dos mandarinas, que estaban muy buenas.
Cuando acabaron mis hermanas empecé a calentar fuerte y antes de que saliera la
categoría anterior a mí, ya estábamos los cuatro infantiles de Ramales cogiendo
sitio. Tenía que dar 4 vueltas.
Salí el segundo, justo detrás de Oier. Él siguió tirando un rato y se fue. Yo
iba segundo aguantando, con una buena distancia. Aunque después no conservara
la posición, era muy importante estar delante en la primera vuelta, porque
siempre hay tapones en la subida, porque si no te pillaba ahí sacabas mucha
distancia. Iba a mi ritmo, respirando, ahorrando energía para después. No quería
gastar mucho, pero iba guardando las distancias con los demás corredores. Justo
al acabar la primera vuelta, empezaron las malas sensaciones. Me dio el flato.
Me costaba respirar y me dolía el costado. Me cogió el tercero y me pasó. Sabía
que se me estaban acercando mucho el cuarto y el quinto. Hice una vuelta entera
solo, sin ver a los de delante, pero viendo como los de detrás se me echaban
encima. Entonces me cogieron en la tercera vuelta. Uno de ellos me atacó subiendo,
pero le aguanté y no me pasó. Acabamos la bajada y entramos en un zigzag. Les probé
a arrancar en las curvas y no salían bien. Entonces en la curva antes de meta,
frené un poco, y salté. A uno de ellos, le dio un bajón y al otro le metí un
poco de distancia.
Aproveché para respirar y beber. Poco a poco me volvió a
coger. En la subida me atacó y me pasó. Intenté seguirle pero mis piernas se negaron.
Llegué al alto como pude y me lancé a por él. En la bajada le cogí y en un
zigzag le hice un interior, pero como estaba en pendiente me abrí demasiado y casi
nos vamos al suelo los dos. Aguanté mi
posición hasta el sprint, el cual gané entrando finalmente tercero.
Me da pena no volver
a correr ahí. Fue mi primera carrera con el equipo de Ramales, siempre me ha
gustado la organización y hay muy, muy buen ambiente entre todos.
FOTOS DE LAS CARRERAS
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