Mi padre y yo hicimos juntos la Mame 2014 de
42 km. También vinieron con nosotros “Edu” uno de los monitores del MTB Ramales
y gran amigo mío, Irene Barcenilla, corredora del MTB Ramales y su padre Javi,
quien iba a hacerla sin apenas kilómetros encima y con un “hierro de cartón” de
10 años (como dice mi padre).
Me pegué a mi
padre entramos a un camino con mucho baches y mucho polvo, rodábamos todos muy
juntos. Íbamos dejando pasar a los que se aceleraban de salida y mi padre me
dijo que mirara bien al suelo porque el camino era muy traicionero y no acabó
de hablar y Edu que iba delante nuestro hizo un extraño, clavó la rueda de delante
y se le elevó la rueda de atrás y se
metió en un prao. Se levantó rápidamente y continuamos. Irene se fue hacia
delante pero antes de llegar al primer
pueblo la dejamos atrás.
Iba tranquilo porque no sabía lo que me quedaba. Había
una subidita después de pasar el segundo
pueblo, una subidita empinada con una escapatoria que resultaba ser la única
forma de subir. Llegué hasta arriba sin bajarme. Luego llegamos a la del
cementerio. Había oído hablar de ella y
era como la imaginaba; una laaaaaaarga pared de hormigón que alguno decía que
tenía un 23%. Pero fui subiendo a mi ritmo y llegué hasta arriba entes que
muchos. Bajamos despacio por un sendero estrecho porque el de delante mío iba
librando sin equilibrio y yo me aparté porque me iba a caer al final por culpa
de él. Pasamos el primer avituallamiento y estuvimos mucho rato pedaleando
hasta la larga cuesta. Paramos en algún avituallamiento. La subida era larga,
la mayor parte de gravilla, aunque luego había alguna bajada hasta que llegamos
a un “descampau” y empezamos a bajar, al principio de la bajada había un cartel
que decía: “Aquí están todas las piedras
del mundo”, una bajada que más que complicada era larga y cansaba mucho por
estar frenando todo el rato. Luego no sentías las manos. Veíamos Medina al
fondo pero no llegaba porque hacíamos subidas, bajadas, llanos y no acababa.
Al
final llegué a zona conocida, la chopera de Medina, donde el día antes se
celebró la “Mini-maratón” que corrieron mis hermanas y casi todo el equipo de
Ramales, haciendo una notable actuación.
Bajamos el montículo de la chopera y en la recta de meta, mi padre
y yo nos dimos la mano y la levantamos, haciendo un tiempo de 2:58h. Irene
llegó a 24’ y Edu 28’ más tarde. Llegó Javi siendo un logro a 1h. tan solo,
llegando muerto.
Ha sido una
experiencia muy bonita.
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